En la comparecencia ante los medios de comunicación, Javier Arellano ha señalado que el trabajo parte de la ampliación de la frontera extractiva a la cuenca amazónica. La primera parte de la investigación se centra en el impacto que la extracción minera tiene sobre el entorno; mientras que la segunda parte aborda la resistencia de las poblaciones amazónicas a los proyectos mineros.
En este sentido, se analizan los casos de la Compañía Minera Afrodita (Perú) y del Proyecto Mocoa (Colombia), mientras que el estudio de la resistencia a los proyectos mineros se concreta en el caso del Proyecto Mocoa. “Paradójicamente –según el profesor Arellano- los esfuerzos para detener el cambio climático a nivel global pueden acabar teniendo un impacto negativo sobre la Amazonía. Y es que las tecnologías para avanzar hacia un sistema energético descarbonizado son muy intensivas en el uso de minerales”.
Esta presentación ha tenido lugar en vísperas del Día de la Tierra, que se celebra este sábado, 22 de junio, y en el marco de la campaña Somos Amazonía, una iniciativa de las ONG jesuitas Alboan y Entreculturas cuyo objetivo es la movilización de la ciudadanía para proteger la Amazonía, los pueblos que la habitan y luchar contra el cambio climático.
Así, Sara Diego, del área de Incidencia Política de la ONG Alboan, ha afirmado que existen vínculos estrechos y directos entre el modelo económico actual y la crisis socioambiental mundial”. Para ello, “la vida en el planeta lleva siglos dependiendo de un sistema socioeconómico que genera exclusión, desigualdad y que explota el medioambiente”.
La representante de Alboan ha añadido que “buena parte del modelo de consumo de los países del norte global está sustentado en la explotación de los bienes naturales de la Amazonía Y como todas las personas estamos interconectadas, lo que le pase a una región del planeta nos pasa a todas. La casa común es la casa que compartimos todos los seres del planeta.”
Del mismo modo, Guillermo Otano, técnico también de Incidencia política de Alboan, ha indicado que “la Directiva UE sobre Diligencia Debida de las empresas en materia de sostenibilidad es un hito importante para prevenir los impactos adversos de la actividad empresarial sobre los derechos humanos y el medioambiente”. Sin embargo, en su opinión, “el borrador propuesto por la Comisión a comienzos del año pasado es insuficiente y, por eso, ahora que las negociaciones están en el tejado del Parlamento Europeo, estamos todavía a tiempo de enmendar algunos de sus lagunas”.
Según una encuesta llevada a cabo en diez países europeos por la campaña “Justice is Everybody’s Business”, la mayoría de la ciudadanía española (86%) apoyan una ley europea que obligue a todas las empresas a reducir sus emisiones de efecto invernadero para que el calentamiento global no pase de 1.5 ºC. Asimismo, 7 de cada 10 españoles encuestados (70%) cree que el sector bancario también debería responsabilizarse de las acciones de las empresas en las que invierten o a las que prestan dinero.
El encuentro informativo ha servido también para la presentación de la exposición Ama Lur Zonia, que permanecerá abierta hasta el martes, 25 de abril, en el claustro de la Universidad de Deusto del campus de Bilbao y que pretende denunciar y sensibilizar a través del arte, los impactos socioambientales que la explotación del territorio está suponiendo para los pueblos indígenas.
Enlaces de interés
• Informe sobre transiciones energéticas justas
• Documento de Análisis y Recomendaciones